jueves, 15 de septiembre de 2016

POEMA






Cuando la gente duerme,
yo cojo un papel
y dibujo carreteras
en una esquina;
pinto un cuadro
de versos y, en cada línea, exprimo
la sangre de mi pecho.

La noche llena las azules venas
de un contenido misterioso,
de aulagas verdes y olas que chocan
contra el muro
de la luz.

Descansa
el mundo
y yo cojo mi cuaderno,
garabateo letras y restos de memoria,
lagunas de las que emerge la ternura,
el rompeolas de la felicidad:
así nace un poema.


( Del libro Meditación de la derrota )

lunes, 30 de mayo de 2016

El FRUTO DE TU VIENTRE





¿Recuerdas esa niña
que llevabas en los brazos?
Niña, tú también,
la vida te dispuso
esa carrera hacia la Aurora:
bella
como ninguna,
llena de tesoros.

Nunca te has arrepentido de todos
tus tropiezos.
Nunca quisiste abortar el fruto
de tu vientre
y continuaste caminando
hacia la belleza que desborda el mundo.

Aunque después llegaran
esa caricatura de la sombra,
el fiero lobo de la despedida,
la garra de la muerte,
y se llevaran todo el aire
con el que respirabas,
la pura savia de tu amor materno.

Miras esa fotografía,
cuya luz no cesa,
como único consuelo
y pides un milagro
para regresar al tiempo antiguo
de los dioses.

Aunque ya lo único que te queda
es el recuerdo gris de lo imborrable.

( De  mi libro El don de la batalla )

martes, 19 de abril de 2016

PERRO GRIS






A veces, la tristeza
nos la vamos encontrando por la calle,
nunca sabemos cómo,
pero ahí está, aguardándonos
igual que un perro gris que tiene
un nombre diferente al que le han dado.

Otros días, nos canta en el oído
haciéndonos temblar con su amargura.
Se oculta, muchas veces, misteriosa
en nuestras propias células
y nos parece que no está.
Nos llegan sutilmente
manantiales de sombra a las pestañas
y nuestro corazón inicia un viaje
hasta el país de la desilusión.
Entonces cambia
nuestro modo de caminar;
contemplamos, de diferente forma,
el Universo.

Nos engaña, muchas veces,
haciéndonos creer que se acerca
la alegría, ocupando el puesto fijo
de nuestro corazón.
Pero todo es mentira.
La tristeza asoma, nuevamente,
desde la oscura cueva de la noche

Y solamente somos
el reguero de sus lágrimas.


         ( De mi libro "Simulacro cero")


miércoles, 9 de marzo de 2016

HÉROES




No somos héroes.
Se nos han ido de las manos
las armas que empuñábamos un día:
los escudos arrogantes, las pulidas
armaduras, en las que brillaba
un sol fuerte que deslumbraba al mundo.
Hemos perdido, en ciénagas oscuras,
los sables cortantes y las dagas afiladas.
Y los enemigos
han derrotado nuestras huestes
y han conquistado
las poblaciones en las que vivíamos.

Qué queda ya de aquellos días.
No volverán, otra vez, las golondrinas
de nuestra juventud,
de cuando la victoria era nuestra.
Quizás encontraremos,
entre el polvo de todas las ciudades,
las coronas de laurel que ceñíamos en las frentes
como héroes invictos de un tiempo más glorioso.
Quizás la lluvia limpie el monumento
que nos erigieron,
en agradecimiento, los pobladores liberados.

Pero serán, tan sólo,
restos de algún ayer,
trozos de primavera
que ha perdido un almendro entre sus flores.


             ( De mi libro Meditación de la derrota )

sábado, 20 de febrero de 2016

LO VERDADERO



Amo lo sencillo,
la palabra clara, la mano abierta;
amo el corazón que muestra
su roja red de arterias y de música;
amo la soledad que no nos deja a solas
y el color de la luz
después de que la lluvia la acaricie;
amo al amigo que me entrega
un ramo de versos transparentes.

Amo al gato que araña sin rencor
y al que se embriaga de pasión en la taberna,
al que guarda fidelidad hacia sí mismo,
al que no traiciona,
al que no miente,
al que dice lo que le pasa,
al que sabe que lo sencillo es verdadero.


                                                  ( Del libro Meditación de la derrota )

viernes, 12 de febrero de 2016

ESTE DOLOR




ESTE dolor se tiene que arreglar con algo.
No se puede sufrir de esta manera tan injusta
sin que la vida nos entregue otra cosa a cambio.

Este dolor tiene que terminar un día;
romper con los dientes tanto desengaño;
que vengan los padres y nos besen;
que lleguen las madres y nos acunen;
que vuelva la primavera y lo desborde todo
de verdad y de milagros.

Porque es injusto sufrir de esta manera.
No hemos cometido otro pecado
que el de querer y confiar en la esperanza
y estar sin la esperanza todo el rato.

Este dolor tiene que terminar un día.

La vida tiene que entregarnos algo
de lo que nos debe
a todos los que creímos tanto en la justicia
y en la alegría
y estamos llorando.

(De mi libro Busca y captura )


miércoles, 20 de enero de 2016

BÚSQUEDA DEL AMOR





Yo no te estoy buscando
porque quiera tu casa de colores
ni porque espere hallarte
en la mañana nueva
de tus más rutilantes almacenes.

Te busco porque sabes
qué calor tiene un pájaro cansado,
qué laberinto esconde
su corazón azul bajo la luna.

Si no te fías de mí
no me conoces,
aunque tú me lo digas
con tu voz armoniosa como el aire.

Si tú me conocieras
entenderías que sólo anhelo un poco
de ternura,
una lluvia
que no me empape mucho cuando sueño.

Me gustaría que todo
lo que yo te aseguro
te llegara
a tu pecho desnudo de prejuicios
y que las poderosas oraciones
te invadieran el alma
con el incendio de un beso imaginado.

Yo no te estoy buscando
para que tú te alejes de tu huerto.
Yo quiero que te quedes
en la ciudad que alberga un océano,
que te bebas la luz de las aldeas,
que te comas el queso
que ponen en los bares
las camareras rubias y distintas.

No quiero que me traigas
un anillo de hermoso lapislázuli,
ni un pajarillo atento a mis deseos.
No quiero que te lleves mi tristeza
ni que rujas, a oscuras, en los trenes.

Quiero que me saludes,
que me digas qué verso
es el que más te llega hasta los ojos.
Quiero que te levantes por la noche
y dejes sobre la mesa
ese sol que se incendia mientras amo.

Yo sé que nuestras vidas
no son como aquellas otras que se abrazan
en alguna estación indiferente
en donde se despiden
los padres de sus hijos
y los soldados pierden sus maletas.
Que todo acabará
como termina, en el cine,
la alegría:
con el fin inmediato
del que pronto se olvidan los actores,
después de que la muerte
me atenace las manos con su boca
y los indios autóctonos
abandonen su exilio
para volver, de nuevo,
a su tierra cambiada hasta los huesos.

No te perseguiré
por los viejos países del cansancio,
ni por la tundra virgen,
ni por la luminosa madrugada.
Si tengo que caer sobre el abismo
no quiero que compartas
mi inevitable angustia,
el destrozado ser
con el que, a veces, convivo por la noche.

Quiero que te levantes de la cama,
que dejes de beberte
la angustia en el dedal con el que coso.

Quiero que te gobierne
el resplandor inmenso de la gloria,
que te bese la vida que te envío
desde esta isla inmensa
en la que yo me alojo
para siempre.

( De mi libro El don de la batalla )

viernes, 15 de enero de 2016

LA FLOR DE MI QUIMERA





Cuento lo que me pasa. Lo prefiero.
No he de ocultar aquello que me azota:
el miedo, la ira, la vejez,  enero,
toda esa carga derrumbada y rota.

Muestro lo que me pasa.  Lo que digo
sale de mí, no viene de otro lado.
Lo sabe Dios. Lo sabe algún amigo.
También lo sabe aquel que fue mi amado.

Hoy  que se acerca el viento poderoso,
guardo caliente mi verdad sincera,
le ofrezco al cielo toda el alma mía.

No quiero que nadie diga que no oso
mostrar cómo es la flor de mi quimera,
los motivos de mi melancolía.


( Inédito de María Luisa Mora Alameda )

miércoles, 6 de enero de 2016

LA LLAVE





Ya sabes donde vivo.
Tienes mi dirección exacta:
en este puerto
que señaló la muerte
dejando un caracol de soledades.

Tengo un aburrimiento que no cede,
un cansado cansancio,
una promesa encima de la mesa.
Herida
estoy por la mitad.
Cabalgo
y no me muevo.
Vago
por mi misma tristeza.
Toco
el cuerpo de mi cuerpo
y me siento como fría.

Esta es mi casa.
Hasta aquí ha llegado el mundo
anunciando
que el sol sale
a pesar de la muerte.
Entra sin llamar.
No te caigas.
Cruza,
sigilosamente, mi mañana.
Ahora que me envejece abril
y huyen las golondrinas de mi pubis.

Fuego es lo que había antes.
Aunque todavía queda algún rescoldo
que hace vibrar la rosa de tu pecho.

Tienes la llave.
Te la di hace años.
Entra dentro de mí.

Mi casa sigue abierta.


( De mi libro El don de la batalla )

viernes, 1 de enero de 2016

PARECES OTRA




Pareces otra
La tarde está tranquila.
Ha dejado de llover
y asoma
una luz a tus ojos
que ilumina las sombras que te siguen.

Tienes
una sonrisa nueva,
puesta en el rostro pálido,
que confunde
a quien la ve.

Pareces otra.
Porque ahora vas por la calle
y llega
un cálido pájaro a posarse
en tu mejilla
y cura el sol la herida de tus huesos
con la armonía de su primavera.

Tanto ha cambiado todo
que parece
que no eres la misma de antes.

No es la misma
tu tristeza.
No es la misma
la antigua mordedura de la lluvia.


( De mi libro El don de la batalla )